miércoles, 31 de diciembre de 2014

Atlanta I

¿Preparados para el nuevo año, elefantes? Hoy os traigo la primera parte de una historia que ha surgido a partir del microcuento del francotirador, más concretamente del relato que escribí basado en él. Podríamos considerarlo un prólogo de esta nueva historia: Atlanta.

Julia apoyó el libro en el suelo, al lado de la bañera. El señor Barlow la miraba desde la portada. Salió del agua y levantó el tapón. Mientras el agua caliente bajaba por las cañerías de la mansión, se secó con una toalla, se puso la ropa interior, se echó desodorante y se secó el pelo con su secador nuevo. Terminó de vestirse, se peinó, se limpió los oídos y, mientras cogía el frasco de colonia, una criada llamó a la puerta y le habló desde el otro lado.

-Señora, un agente del CSP quiere hablar con usted. Trae un mensaje del Líder Supremo.

Julia le dijo a la chica que saldría en seguida y apretó el dispensador del perfume. Estaba bastante sorprendida. El nuevo presidente había convocado a algunos españoles de otras familias desde la muerte de su padre y predecesor. Todos los convocados eran de su generación, pero hasta entonces sólo habían ido miembros de Casas mayores. El hijo mayor de los Palacios había sido el primero, luego la mayor de los Laguna y desde entonces habían ido varios más. Pero ninguno de una casa de segunda, como eran los Prieto en aquel momento. La familia no había levantado cabeza desde la muerte de su bisabuelo, ex general de aviación del primer Líder Supremo. Solo había que verlos ahora, destinados en Macon y ni siquiera como casa principal. Para Julia, aquello era un insulto a un linaje español como el suyo, pero así lo había querido el difunto presidente y no les había quedado más remedio que acceder.

Disipó aquellas ideas de su cabeza. Lo más probable era que aquel agente no viniera para escoltarla hasta la capital, sino para expresarle la más sentida enhorabuena del Líder por su 25 cumpleaños, que había sido el martes. Salió del baño y, una vez en su habitación, se puso una diadema, un collar y unos tacones. Que aquel agente se llevase una buena impresión. Desde la habitación salió al pasillo y bajó por la escalinata al salón principal. Aún recordaba el salón de su casa de Atlanta, tres veces mayor. Pero habían tenido que vender la casa a unos nuevos ricos nativos, porque con el sueldo de su padre como jefe de seguridad de Macon no tenían suficiente para mantener las dos casas. Desde su mudanza, Julia no se había sacado de la cabeza la afrenta de que uno de los Palacios de Marfil, siempre propiedad de la nobleza española, fuese ahora la residencia de aquellos mercachifles estadounidenses venidos a más. Ya empezaba otra vez. Julia estaba segura de que sentía una fuerte obsesión con todo aquello, pero… ¿cómo no? Tanto ella como su familia merecían un tratamiento infinitamente mejor.

Entonces se le pasó por la cabeza que el Líder no enviaría a un agente de su guardia palaciega solo a desearle un feliz cumpleaños a su ex compañera de clase (¿cuántos años hacía de aquello? ¿12?). Quizás sí fuese realmente a convocarla para algún tipo de reunión. Sin darse cuenta, ya había llegado a la sala en la que el enviado la esperaba. Él estaba de pie, mirando por la ventana. “Como si hubiera algo más que ver que una nube de contaminación, un río marrón de la cantidad de mierda que arrastra y unas chabolas” pensó Julia. Le sonrió y se sentó en un sillón mientras le señalaba el otro.

-Buenos días, señora Prieto. Soy el agente Lewis Carroll, del Cuerpo de Seguridad Presidencial.

-Buenos días, señor Carroll. Muchas gracias por esperar. ¿Quiere tomar algo?

-No, señora Prieto. Muchas gracias. Le traigo un mensaje personal del señor presidente. No dispongo de mucho tiempo, pues debo ir a la mansión de los Abella cuanto antes –los Abella eran la otra casa noble española en Macon, que se ocupaba del gobierno. María, la hija mayor, tenía más o menos su edad. A diferencia de los Prieto, eran una casa de primer orden, pero el difunto Líder les había enviado a un pueblo sin electricidad igualmente. Supuestamente para hacerlo progresar, pero con el ínfimo presupuesto que tenían pocas reformas habían llevado a cabo.- para hablar con doña María. Discúlpeme, me estoy yendo por las ramas.

-No se preocupe-sonrió. En realidad era un dato muy interesante.

-Gracias. Los mensajes. El Líder Supremo me ha pedido que le desee a usted un feliz cumpleaños.

-Agradézcaselo-una decepción. Eso le pasaba por hacerse ilusiones.

-Tendrá usted ocasión de hacerlo en persona. El Líder quiere reunirse con usted con la máxima premura en su nueva residencia del Palacio del Elefante. He venido en aerotransbordador, y tengo órdenes de no irme hasta que tanto la señorita Abella como usted puedan acompañarme. Y ahora, si me disculpa, tengo que ir a la otra mansión. Nos veremos después de comer, espero.

-No lo dude. Le acompaño hasta la puerta.

-No es necesario. Hasta luego, señora Prieto.

-Hasta luego, señor Carroll.

Así que el presidente quería verla. Muy bien. Le diría a una criada que preparase la maleta y avisase a su marido cuando volviese del cuartel. Mientras divagaba sobre qué querría el presidente, volvió al baño, recogió Salem’s Lot del suelo y se dirigió al comedor. Tomó un almuerzo poco abundante, durante el cual explicó a su madre la situación con el presidente y, después de comer, se subió a su limusina, que la dejó en el aeropuerto. Allí estaban ya Lewis y María.

-¿Señora Prieto? Esta es mi hija, Alicia. Es la piloto del aerotransbordador. Nos llevará a Atlanta.

-Encantada, Alicia-contestó Julia mientras subía por la rampa a la nave. Oyó a María por detrás decirle a Carroll “qué nervios” y sonrió. Ante ella se presentaba un día interesante. Mucho más que el resto de domingos del año.

jueves, 25 de diciembre de 2014

¡Feliz Navidad!

¡Hola, elefantes! ¡Feliz Navidad a todos! Espero que vuestros atracones de pasto y ramas no se descontrolen tanto como los míos... ¿Qué tal se ha portado Papá Noel? ¡Espero que bien!

Bueno, paquidermos, pasadlo muy bien con vuestras respectivas manadas, que no se os vaya de las patas el champán y...¡Muy felices fiestas a todos!

Y ahora, os dejo con este elefantito tan navideño ;)


lunes, 22 de diciembre de 2014

Avance de Carolina

¡Hola otra vez! Qué activo estoy hoy... en fin. Lurei y yo estamos en proceso con Carolina, pero os dejo un avance de lo que traerá el nuevo capítulo. ¡Un abrazo elefantil!

El corazón le iba a mil por hora. Reconocería esa gabardina a miles de kilómetros de distancia, así como su silueta. El hombre caminaba hacia ella. Entonces, su instinto sólo le dijo una cosa: “corre”.

Y Carolina corrió. Giró 180º y echó a correr, huyendo de aquel monstruo. Ni siquiera veía lo que tenía delante, su mente tenía una única fijación.

CORRECORREGANADISTANCIACORREALÉJATECORRECORRELEJOSDEÉLGANADISTANCIAVAMOSCORRECORREALÉJATEVAMOSCAROLINACORRECORRECORRECORRECORREDONDEESTAÉLCORRE

Se giró para ver si la seguía, y recibió un fuerte golpe que la derribó. Oyó una voz masculina. No distinguía lo que decía. Su cabeza daba vueltas. Levantó la mirada y se dio cuenta de que no había chocado con algo, sino con alguien.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Best Blog Awards

¡Y ahora vamos con una nominación pendiente! Mi amiga Cova, de El detective de libros, me ha nominado a los Best Blog Awards. Aunque ya me nominó Lurei Book, de La sombra de tus Ojos, creo que como mínimo debería contestar a las preguntas de la nominación de Cova. Las 11 cosas sobre mí que le puse a Lurei (y que reciclo) fueron estas:

1. Me encanta Grace Kelly. Es mi musa, básicamente.

2. Odio que cancelen una serie que me gusta, como hicieron con Revolution. Como todo el mundo, supongo.

3. También odio los anuncios de Spotify. Me sacan de quicio, sobre todo si estoy cantando a pleno pulmón (y mal) la letra de alguna canción de Blondie y me cambian a la espectacularmente atómica Debbie Harry por el nuevo disco de Abraham Mateo, o peor... ¡Cantajuego!

4. Últimamente estoy viendo bastantes animes, generalmente por recomendación de mis amigos. Ahora mismo tengo empezados Toradora, Soul Eater y Death Note.

5. Me encanta ir a las típicas vacaciones en las que la rutina diaria es desayunar, ir a la playa, comer, más playa, meterse en la piscina climatizada del hotel cuando el mar está demasiado frío (o mejor dicho, menos caliente que el agua de la propia piscina), cenar y dormir. Lo que vienen siendo vacaciones de relax. Este año fui a Menorca y me vino de perlas para desconectar con todo.

7. Nunca me había planteado si me gustaban o no los elefantes hasta hace dos años, cuando escribí "El último viaje del elefante" para clase de Lengua (texto que he reciclado para una exposición oral de Francés y también para subir aquí)

8. Me chifla Grace Kel...estoooo... tocar música en compañía: de hecho, se me hace aburrido tocar solo, pero cuando es con alguien me lo paso como un enano.

9. Adoro los animales, ellos junto con los libros son los seres que más admiro, nunca te criticarán y siempre darán lo mejor de ti (esta se la copio a Lurei, pero es que estoy tan de acuerdo...).

10. Carolina se llama así porque es como me encantaría llamar a mi hija. Adoro ese nombre, y el de Laura también.

11. Y para acabar, me encantan los videojuegos de Zelda. 

¡Ahora las preguntas de Cova!

1. ¿Desde cuándo tienes el blog?

Desde hace cosa de tres meses (no, no me acuerdo de la fecha *silba disimuladamente*)

2. ¿A qué edad empezó a gustarte la literatura?

Pues ni me acuerdo, pero desde peque me gustó leer

3. ¿Te gusta escribir?

Me encanta. A veces es difícil plasmar bien la idea que quieres transmitir, pero ese reto lo hace aún mejor.

4. ¿Cuál es tu género literario favorito?

Elegir uno es difícil, pero tiro más por la línea de la fantasía, la ciencia ficción y el terror.

5. ¿Te gusta mi blog?

Ziiii :D

6. ¿Te gustan las películas basadas en libros?

Depende. Hay algunas horribles y otras que me gustan aún más que el libro.

7. ¿Qué tipo de música escuchas?

Rock, sobre todode los 70/80, y a Regina Spektor, que es indefinible. Me encantan Blondie, Rainbow y los Jefferson Airplane.

8. ¿Cuál es tu deporte favorito?

Kárate, claramente. Sobre todo la parte del combate.

9. De mayor,¿te gustaría ser escritor/a?

¡Mucho! Lo veo difícil, pero me encantaría.

10 .¿Cuál es tu escritor favorito?

Me debato entre George RR Martin y Stephen King, aunque últimamente estoy leyendo más de Stephen. Pero de escritora no lo dudo, Laura Gallego.

11. ¿Cuál es tu trilogía favorita?

Los Juegos del Hambre, Memorias de Idhún... ¡difícil decisión!

¡Navidad!

¡Hola a todos! Ya es 20 de diciembre, y eso significa... ¡Vacaciones de Navidad!
La Navidad llega justo en ese punto en el que estás hasta la coronilla de exámenes, trabajos, instituto, y en mi caso, conciertos. Así que...¡Bienvenida sea! ¿Y qué significa esto para el blog? ¡Muy fácil! Ahora tengo relativamente más tiempo para escribir, así que espero subir más relatos, capítulos, cuentos, microcuentos y demás producciones de mi mente.

De momento no tengo nada, pero sí una pequeña sorpresa. Ya conocéis a Carolina, y mi querida amiga Sara, de Sangre de Artista, también. Así que, a petición elefantil, ha hecho un dibujo de mi niña favorita. ¡Espero que os guste tanto como a mí! Y si podéis, echadle un ojo al resto de dibujos de su blog, que son mejores que un pastizal sin cocodrilos en la charca.

Sin más dilación, aquí está Carolina. ¡Feliz Navidad!



miércoles, 3 de diciembre de 2014

Carolina IV (parte 1)

¡Muy buenos días a todos! Hoy traigo la siguiente entrega de Carolina. Pero, como prometí, esta vez trae sorpresa. Este capítulo está escrito también por Lurei Book, de La sombra de tus Ojos, que subirá el capítulo a su blog en breves. Aun a pesar de los problemas logísticos y de comunicación (exámenes y Wi-Fi escaso) este es el resultado. Como el texto cuenta una clase de kárate, incluye varios términos en japonés que se explican o traducen al final en un mini-glosario. ¡Espero que os guste!

Los padres de Carolina aparcaron en el parking que se encontraba al lado del dojo. La niña, entusiasmada, se despidió de sus padres, que se dirigían a ver una (con pinta de aburridísima) película titulada Desayuno con Diamantes. Salió rápidamente del coche y cruzo hacia el gimnasio. Carolina entró en el edificio y allí se encontró a sus compañeros, esperando a que terminase la clase anterior.

Andrés estaba sentado en la escalera del fondo. Se dirigió hacia él. Éste era un chico de pelo negro, muy negro, como el de su padre. Con ese pelo contrastaban unos ojos azules espectaculares y una piel blanca como la leche. Andrés tenía tantas pecas como estrellas había en el cielo. Algunos pensaban que era una persona aburrida: sin embargo, Carolina lo consideraba un gran amigo, aunque fuera un año mayor que ella.

-¡Hola, Caro! ¿Qué tal?

-Pues la verdad, ahora que lo dices, me encuentro un poco mal. ¡Pero nada que me impida saltarme el entrenamiento!

Los gritos de los pequeños indicaban que la clase anterior ya ha terminado. Así que Andrés y Carolina entraron juntos en el dojo junto con los demás compañeros. De algunos Carolina no sabía ni el nombre, sobre todo de los nuevos. Ella era cinturón verde, y estaba preparando el examen para azul. Andrés ya era marrón, y en menos de dos años podría conseguir el negro.

Paula, la sensei de Carolina, era una chica pelirroja (cuyos rizos caían graciosamente en cascada). Era bajita y delgada, pero lo que más le gustaba a Carol era su personalidad. Sabía que podía confiar en ella como si se tratase de una hermana. Al entrar, los dos saludaron -Os- y después de unos minutos en los que la sensei decidió qué ejercicios se hacían, se pusieron en fila para hacer el seiza. El mokuso duró unos 30 segundos, y después de inclinarse ante Gichin Funakoshi y Masatoshi Nakayama, empezaron el calentamiento.

Después de calentar, se pusieron en filas y empezaron a hacer sukis. Entonces, a Carolina empezó a dolerle la cabeza. A dolerle mucho. Se trataba de un dolor palpitante en las sienes que comenzó a agudizarse por momentos. Andrés la miraba preocupado. no era tonto, notaba que ella se encontraba mal. La veía pálida y mareada. Cuando Paula les pidió que empezaran a hacer mai geri, la cara de Carolina se lo dijo todo.

Carolina levantó la mano y le dijo a Paula lo que ocurría. Rápidamente, la entrenadora paró la clase y se la llevó a un sitio aparte mientras los demás hacían age uke.

-Lo siento, Paula, pero es que me duele muchísimo la cabeza. Creo que no voy a poder seguir la clase.
-Tranquila, Caro. ¿Quieres quedarte aquí o llamo a tus padres?

-Mis padres están en el cine. Puedo ir a casa de Laura, que está a dos manzanas-se le ocurrió a la niña

-Vale. Que alguien te acompañe.

-Tranquila, Paula, puedo ir yo sola.

-¿Estás segura?

-Sí, estate tranquila.

-Bueno, está bien. Pero mándame un mensaje en cuanto llegues, ¿vale?

-Sí, sí. No te preocupes

Carolina, bajo la atenta mirada de su aún preocupada entrenadora, recogió sus cosas y salió al exterior. El frío se coló por el abrigo y el karategui de la niña, haciéndola temblar ligeramente.Nada más salir, en dirección a casa de Laura, cruzó la calle mirando a ambos lados, como le enseñaron sus padres. Su amiga no contaba con ella, pero seguramente la recibiría alegremente. Por eso eran mejores amigas.

Pensando en ello llegó a la acera de enfrente. Los últimos rayos de sol aportaban una luz anaranjada, deslumbrándola durante un instante.

Y entonces lo vio. Allí estaba, él, la persona que no había salido de su cabeza desde su infancia.

El protagonista de sus peores pesadillas.

El hombre desnudo.
GLOSARIO

Dojo: gimnasio
Sensei: maestro/a de kárate
Seiza y mokuso: momentos de meditación antes de la práctica del kárate
Suki: puñetazo
Mai geri: un tipo de patada
Age uke: defensa alta

Gichin Funakoshi fue el fundador del kárate. Su discípulo Masatoshi Nakayama desarrolló el estilo shotokan (que practica Carolina)